lunes, 30 de enero de 2017

Microrrelato: Cruel realidad




Te quise como amiga, desde el principio supe que eras una persona especial. Nunca antes había conocido a alguien como tú. Te quise desde el lado más egoísta de mí ser, te quise a mi lado para siempre a pesar de que nunca tuve las cosas claras contigo. Quise ser sincero para evitarte sufrimientos innecesarios, sin embargo, mi sinceridad terminó por ser más cruel de lo que hubiese deseado. Te hice llorar, nunca fue mi intención, solo quise verte feliz.

Era irremediable terminar enamorándome de ti, tú eras única, fui consciente que nunca encontraría a nadie más como tú. Intenté rectificar sobre mis pasos, quise ser lo que antes te negué, y tú, sorprendida no supiste cómo reaccionar. Desde el principio supe que mis actos tendrían consecuencias y, cuando quise cambiar encontré un rechazo inesperado.

Decidí dar lo mejor de mí para hacerte cambiar de opinión. Intenté demostrarte los sentimientos que había mantenido guardados bajo llave y, poco a poco, fue surtiendo efecto. Ansiábamos estar juntos, parecíamos quinceañeros. Me hiciste sentir cosas que había olvidado, cosas que pensé no volver a encontrar jamás.

Nunca debí preguntar, debí permanecer en mi burbuja; ajeno a la realidad. Pero mis sentimientos me llevaron a la curiosidad, esa fue la razón por la que insistí saber toda la verdad y tu triste verdad me dio un golpe de realidad. Sentí como todo a nuestro alrededor se desmoronó. Siempre me exigiste sinceridad, me dijiste que los mentirosos daban asco ¿por qué no fuiste sincera conmigo?

Desde que conocí tu verdad no he dejado de llorar, pensamientos insoportables acuden a mi cabeza jodiéndome cada vez que te recuerdo. Tú me suplicas perdón y yo deseo perdonarte pero no sé cómo hacerlo. Busco consejo en mi interior pero solo obtengo silencio, estoy perdido en esto y ya no te tengo cerca para aconsejarme.

Te quise y, por culpa de eso, ahora estoy sufriendo. No hay nada que ahora puedas hacer para remediarlo, ahora siento el dolor que tú sentiste conmigo. Ahora veo lo cruel que puede llegar a ser decir la verdad.

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